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¿Por qué la deforestación está íntimamente ligada con los virus?

Las enfermedades infecciosas han sido siempre un componente importante de la vida del hombre. Han influenciado de manera significativa la biología humana y la sociedad, y hasta han determinado el curso de importantes acontecimientos históricos. Pero ¿qué tienen que ver con la deforestación de nuestros bosques? Lamentablemente, todo.

Según explican desde la FAO, los primeros patógenos que causaron pestes como la viruela se originaron en las zonas tropicales de Asia a principios de la zootecnia y la tala con destronque en gran escala para los cultivos permanentes y los asentamientos humanos. La concentración de seres humanos y su entrecruzamiento, los animales domésticos y la flora y fauna silvestres, junto con un clima húmedo y cálido, fueron un ambiente tan ideal para la evolución, supervivencia y transmisión de los agentes patógenos hace varios milenios como lo son hoy en día.

Un gran ejemplo de esto es el de la malaria.  Desde hace mucho tiempo se sospecha que esta enfermedad, que mata a más de un millón de personas anualmente a causa de la infección por parásitos Plasmodium transmitidos por los mosquitos, va de la mano con la deforestación. En Brasil, si bien los esfuerzos de control han reducido drásticamente la transmisión de la malaria en el pasado, los casos han vuelto a aumentar constantemente en paralelo con la rápida tala de bosques y la expansión de la agricultura. A principios de siglo, había más de 600.000 casos al año en la cuenca del Amazonas.

¿Cómo se explica esto? De acuerdo con el informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), el 70% de las enfermedades emergentes (como el ébola, el zika o la encefalitis de Nipah) y casi todas las pandemias conocidas, como la influenza y el VIH / SIDA, son zoonóticas, es decir, son causadas por microbios de origen animal. Estos microbios se «propagan» debido al contacto entre la vida silvestre, el ganado y las personas. En palabras simples, es la biodiversidad presente en el mundo, la que nos protege y genera una barrera entre las nuevas enfermedades y nosotros, por lo que una destrucción sistemática de estos ambientes nos expone a mayores peligros.

Los expertos alertan que otros 1,7 millones de virus actualmente «no descubiertos» viven en mamíferos y aves, de los cuales hasta 850.000 podrían tener la capacidad de infectar a los seres humanos.

El estudio también arroja que el COVID-19 es al menos la sexta pandemia desde la Gran Pandemia de Influenza de 1918 y, aunque tiene sus orígenes en microbios transportados por animales como todas las anteriores, su aparición ha sido impulsada enteramente por actividades humanas. “No existe ningún gran misterio sobre la causa de la pandemia de COVID-19 – o de cualquier pandemia moderna. Las mismas actividades humanas que impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad también generan riesgo de pandemia a través de sus impactos en nuestro medio ambiente”, alertó Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance y presidente del taller de IPBES del que surgió el informe.

¿Qué podemos hacer para frenar esto?

Prevenir pandemias a través de la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad es cien veces más barato que enfrentar brotes como el de COVID-19, además de que tendría grandes ventajas para la salud de las personas y el planeta, asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Nuestra invitación como Fundación Reforestemos es a sumarse a la reforestación de nuestros bosques nativos, aquellos héroes encargados de luchar contra el cambio climático. Y es que los árboles y los bosques ayudan a mitigar estos cambios al absorber el bióxido de carbono de la atmósfera y convertirlo, a través de la fotosíntesis, en carbono que «almacenan» en forma de madera y vegetación. Este proceso se denomina «fijación del carbono».

Planta un árbol nativo aquí y ayúdanos a recuperar áreas de alto valor ecológico que necesitan ser restauradas.

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Soledad Corti Otaegui

Soledad Corti Otaegui de Chile ha plantado 1 árbol en la Patagonia.